Mi amigo y “compañero” del
querido grupo “Liberales Libertarios Argentinos”, Nicolás Ponzano, publicó en
estos días, un excelente análisis sobre los grados de libertad y sobre los ejes
y etiquetas ideológicas. Y de este análisis surgen un par de reflexiones muy
interesantes sobre el rol de los referentes liberales de todos los tiempos,
especialmente de aquellos a los cuales les toca hoy cumplir el papel de
divulgadores y defensores de las ideas de la libertad.
Bueno… no demos más vueltas y
vamos a ver que nos quiere contar Nico.
“Para
cada etapa histórica, existe un máximo y un mínimo de libertad frente al Estado, como así también cual debe ser la postura que tenemos que adoptar los liberales. En otro momento iré sobre las causas, por
ahora limitémonos al hecho per se.”
“Como
se puede observar, lo verdaderamente importante no es la posición respecto de
la Base de la pirámide (i.e. el espectro Izquierda-Derecha), sino la altura en
la que nos encontramos, es decir, el grado de libertad alcanzado. Si quieren,
este gráfico, con totalitarismo en la base y anarquismo en la cúspide, es aquel
que representa todos los grados de libertad a lo largo de toda la historia y el
futuro. Sin embargo, esta pirámide puede repetirse de forma fractal, para
intervalos de tiempo específicos. Pasemos a la siguiente imagen.”
En el gráfico que sigue, Nico
muestra el grado promedio de libertad a través del tiempo. Destacando algunos puntos
importantes de la historia como: 1) El nacimiento de Roma, 2) La caída del
imperio Romano y el inicio del “oscurantismo”, 3) La era de la Ilustración, 4) La
Revolución Americana, 5) la Revolución Industrial y 6) el desarrollo de
Internet.
“Cito
a un miembro prominente del grupo “Liberales Libertarios Argentinos”, Mario
Japaz, a quien le robé el siguiente concepto: El AnarcoCapitalsmo es la
asíntota dentro del vector de la libertad.
En
lo personal, veo el anarquismo como esa vertical, a la cual, la asíntota se
aproxima, pero nunca termina de llegar. (En un par de siglos hablamos…)”
“Ahora
bien, un promedio, significa justamente eso, que es promediado. Dentro de un
mismo periodo histórico, encontraremos varios puntos de más y menos libertad.
Sin ir más lejos, si vemos el intervalo entre ayer y hoy, fácilmente
encontraremos dos puntos a gran distancia:
El grado de libertad de Países Bajos, y el grado de
libertad de Irán.”
“Con
todos estos conceptos, algo atados con alambre, llego al punto principal.
Primero
que nada, una aclaración, para su comodidad, he limitado la pirámide del primer
gráfico a su altura, es decir, el grado de libertad, independientemente de si
la falta de esta, es mérito de la izquierda o la derecha.
Ahora
sí, vamos a lo importante, para cada periodo histórico, existe un grado mínimo y
otro máximo de libertad concebible por la sociedad en general. La libertad que
hoy gozamos en Argentina, es baja comparada con Países Bajos hoy, pero muy
superior a cualquier país medieval.
De
ahí también se explica, que referentes liberales de otros periodos históricos
tuvieran ideas que hoy nos parecen erradas:
-Los
Whigs y su persecución de religiosa.
-Jefferson
y su cuadrilla de esclavos.
-Roca
y la campaña del desierto.
Lo
importante aquí, y la razón por la que hice todo este embrollo, es comprender
que el lugar de un liberal es siempre luchando por el máximo grado de libertad
posible para su periodo determinado. No podemos criticar la homosexualidad,
sólo porque Ayn Rand (según me comentó un conservador) lo hizo hace medio
siglo, tampoco tolerar un Estado confesional, sólo porque Juan de Mariana fuera
católico, o el proteccionismo sólo por que los Whigs lo eran. Ellos ocuparon su
máximo grado de libertad para el periodo que les correspondió, pero ahora los
grados máximos y mínimos se han corrido, y nosotros debemos movernos también,
para tirar el promedio hacia más libertad, nunca menos.
La
realidad es dinámica, no estática.
Y
si, siempre habrán adelantados a su tiempo y atrasados a su tiempo. Pero para
el público general, siempre la libertad concebible es apenas un poco más que el
promedio del tiempo y lugar en el que vive, por la misma razón que en el
paleolítico no se concebían aviones.”
Nicolás Ponzano
Reflexiones
La primera reflexión que me surge
al repasar el trabajo de Nicolás, es que “El buen liberal”, debe estar ubicado
siempre por encima de esas “barritas” que se muestran en el gráfico 4. ¿Por
qué?
Estar dentro de la barrita,
incluso en el borde superior, implica estar defendiendo “lo conseguido”, en el
caso de los liberales. Si la posición dentro de la barrita es tirando hacia
abajo, es evidente que se trata de gente que lucha por evitar que hayan más
libertades o incluso… volver a estadíos anteriores, cuando habían muchas menos libertades.
Pero no quiero analizar a los “anti-libertad”… quiero centrarme en los
liberales.
¿Por qué el “buen liberal” debe
estar por encima? Porque se supone, que ha descubierto (teorizado) ya, ese
maravilloso mundo con más libertades. En consecuencia, desde arriba de la
“barrita”, ese buen liberal, tiene que estar tironeando para que la misma se
eleve aún más, alcanzando las utopías del momento. Y aquí viene algo interesante:
Todo lo que esté, en determinado punto del eje del tiempo, por encima de la
“barrita” es considerado utopía. Ej: Hoy, en Argentina, El AnarcoCapitalismo,
la Minarquía, etc., son tan utópicos como el “Espert Presidente”.
En fin… si nos consideramos “buenos
liberales”, debemos posicionarnos por encima de “lo conseguido” y parados en la
“utopía de turno” tironear para llevar a la sociedad a un nuevo nivel de
libertad. Osea… desde la idea de “Espert Presidente” luchar por alcanzar nuevos
niveles de libertad (insisto… para el caso Argento).
Otro punto que me gustaría tocar,
es sobre el concepto del Anarcocapitalismo como asíntota de la libertad. Una
muy correcta idea del gran Mario Japaz, pero a la cual me atrevo a desafiar.
Es cierto que a los ojos de quienes
están dentro de “las barritas” del gráfico de Nico, cualquier solución Liberal
Libertaria, es extrema… utópica. Pero insisto, los “buenos liberales” debemos
pararnos por encima del límite de lo logrado y tirar la realidad, tratando de
arrastrarla hacia nuestras utopías.
Lo que plantea Mario es que la
humanidad va ganando de a poco, más lugares de libertad, pero, siguiendo la
idea de la curva de los gráficos, a pesar de que cada vez se acerca más a la
línea vertical que nos separa de la Sociedad Libre ideal, jamás esa curva va a
tocar esa frontera.
Permítanme queridos amigos
disentir. No hace falta que les cite ejemplos que ya bien conocen, de cosas que
en el pasado, incluso hasta no hace mucho tiempo eran peor que utopías. Eran
“asíntotas” para las libertades y las acciones de las personas de antaño.
Pero si de algo se caracteriza el
libertarianismo, es de romper en mil pedazos esas barreras… una tras otras, sin
claudicar. Así fue como Señores Feudales, Monarcas absolutistas, Tiranos, etc…
de “asíntotas” para la libertad pasaron a ser figuritas en los libros de
historia.
Queda ahora la barrera del
Estado. La raya que el Leviatán marco en la tierra, para imponernos sus reglas
y decirnos “Hasta aquí llegan ustedes”.
No me parece descabellado pensar,
que romperemos esa línea. Y lo más interesante de todo es que, creo que no
falta mucho.
Bien dijo Nico, casi al finalizar su trabajo que “La realidad es dinámica, no
estática.”
Y somos los liberales, parados
por encima de los límites de la coyuntura, quienes hacemos girar el motorcito
que hace a la realidad continuar dinámica.
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