Hola queridos lectores. Ya hemos conocido a todos los personajes de esta historia, así que ahora, en este post, vamos a volver a hojear el diario de Álvaro, para ver que siente y que piensa nuestro personaje.
Quiero volver a agradecer todas las palabras de ánimo y apoyo que estoy recibiendo, para que siga adelante con esta loca idea del Blog del Tucu. ¡Un abrazo a todos!
INBŌS
LOS HIJOS DEL SOL
Primera Parte
EL DESPERTAR
Capítulo 6
Diario de Álvaro Sánchez
(…)
Lechuga
para Rosa √
Cordones borceguíes √
Agregarle tachas al
disfraz NO
máscara Conseguir otro material
saldo sistema Sr.
Caracachián $ 800.- (retirar)
Nada mejor
que pasar un fin de semana entrenando… Y por “entrenando” me refiero a comer
pochoclo y mirar películas de acción. Espero que, si un día me enfrento a la
Mafia Yakuza, pueda repartir patadas a lo Bruce Lee.
Admito que,
si alguien encontrase mi Diario y lo leyese sin más, creería que más que
Diario, se trata de un mal “fan fiction” sumado a mapas improvisados de mi
barrio y la ciudad, bocetos para mi futuro traje y súper-logo, y agenda de mi
trabajo.
Pensándolo
bien, creo que también desarrollé alguna habilidad literaria. No sería tan mala
historia…
Si algún
día alguien hace una película con mis aventuras como “X – Men Calchaquí”, pido
que el soundtrack sea de Trulala.
Han pasado
dos meses desde que todo comenzó. En este tiempo mis poderes han aumentado
considerablemente y he aprendido a controlarlos. Volar es una tarea tan simple
como pensarlo, o desearlo. Gracias a eso me he aventurado a recorrer enormes
distancias. ¡Ojo! Sólo por placer: mi actividad de superhéroe la sigo
desarrollando únicamente en mi zona. Amplié un poco los límites de la misma y
patrullo, siempre de noche, por Yerba Buena, San José, y algunas pasadas por
Tafí Viejo.
Nota:
Técnicamente
lo que hago no es volar, sino “catapultarme” desde un punto A hasta un punto B.
No dispongo de timón de dirección ni de profundidad. Hasta ahora, he aprendido
a “caer con estilo”, usando mi sobretodo como paracaídas.
Me atreví a
meterme en el centro, en la Capital, sólo un par de veces. Si bien no tuve
problemas en detener varios hechos delictivos que estaban por cometerse, hay
algo en la gran ciudad tucumana que me da cierto temor. Siento que no estoy
preparado para enfrentar la mugre y la escoria que se esconden bajo las
brillantes luces de “El jardín de la República”. Por ahora todo es un juego; me
divierto fantaseando con el vengador nocturno en el que me he convertido.
Además,
elegí ser de "los buenos", entonces debo seguir trabajando como un
infeliz para poder subsistir. Ni al Banco Hipotecario, ni a Don Francisco, el
almacenero del barrio, le interesan mis proezas. Ellos solo quieren mis pesos.
A la mañana
atiendo un par de clientes a los cuales les vendí sistemas a medida, y a la
tarde hago el mantenimiento de un par de páginas web que he desarrollado para
varias empresas. De todas partes saco un puñado de billetes, suficientes para
que Rosa y yo sobrevivamos.
El
mantenimiento y administración de esos sitios web, me permite dos cosas: la
primera, estar en casa hasta el anochecer, dormir un rato, y luego levantarme,
calzarme mi disfraz, y salir a repartir puñetazos a cuanto pillo se cruce en mi
camino.
Sí, dije
disfraz; lo tengo asumido. El día que se forme una “Liga de la Justicia” y
tenga un compañero como Bruce Wayne, le pediré prestado unos dólares para
diseñar mi traje de superhéroe; por ahora, salgo así: disfrazado.
Además, el
trabajar con la PC, me permite estar permanentemente conectado a Internet.
He
acompañado la evolución de la “red de redes” a través del tiempo, de manera
activa; sigo maravillándome con lo que Internet es, y lo que puede llegar a
ser.
Creo que
Internet es la fusión de dos sueños que ha tenido la Humanidad desde sus
comienzos: la libertad plena, y el conocimiento absoluto.
Existen
teorías acerca de una Red etérea de Información y Conocimiento que conecta a
todos los seres vivos de este planeta (y a los de otros; creo fervientemente en
la vida extraterrestre) que hoy se hace visible a través de artilugios
tecnológicos como las computadoras y los teléfonos celulares.
Tengo una
teoría propia, algo utópica: “Mundo 2.0”, en el cual los viejos paradigmas y
costumbres desaparecen, dando paso a nuevos modos de vida. Esta nueva realidad
será posible únicamente si todos nos comprometemos a proteger la Red de quienes
quieren someterla. Internet es la llave de esa nueva Biblioteca de Alejandría,
pero debe ser libre; total y absolutamente libre.
A propósito
de Internet: estuve hurgando, investigando sobre leyendas del Japón feudal.
Aclaración: de chico hice KarateDo okinawense; eso me abrió las puertas de la
cultura nipona. Desde entonces me volví un fanático de la vida y las costumbres
de aquella hermosa isla de Extremo Oriente. Me detuve en una leyenda en
particular, que me llamó muchísimo la atención: “La espada del amor”, que trata
de las aventuras y desventuras de un valeroso samurai okinawense. Quedé
maravillado; no entiendo muy bien por qué. He leído cientos de historias y
leyendas de ese país. Algo extraño en ella, me atrajo.
Perdón, me
fui por las ramas. Volvamos a lo nuestro, Diario.
He estado
leyendo en distintos sitios “under” (algunos los llamarían “frikys” o “nerds”)
que en varias partes del mundo se están dando casos de personas con extrañas
habilidades. Hace más de dos meses atrás, si hubiera leído estas noticias, me
hubiera reído, pero dada las circunstancias que estoy viviendo, son para
prestarle atención. Si me ocurrió a mí, puede estarle ocurriendo a otros. Pero
es casi imposible sacar algo en limpio en medio de la maraña de datos
fantasiosos, exagerados, leyendas urbanas, y rumores sin sentido.
Dos casos
me llamaron poderosamente la atención: una mujer en España capaz de mover cosas
con la mente, que escapó del loquero reventando las paredes. Y un muchacho
japonés que flota en el aire, y lanza rayos por todos los orificios de su
cuerpo. Los detalles escatológicos de esa habilidad es mejor no comentarlos…
Este último me atrajo dada mi pasión por todo lo nipón.
Espero que
ambos, de ser ciertas sus historias, sean del bando de “Los Buenos” No me
gustaría que alguien me diese un ladrillazo en la cara, o me incinerara vivo…
Todas estas
historias se mezclan con los clásicos "monstruos" de siempre. De
repente salieron todos juntos a la calle: Drácula, El Hombre Lobo, El Yeti, El
Perro Familiar, y algún que otro grupo de zombis.
Otra cosa
que descubrí, surfeando por la red, es una página en la que un grupo de
personas recolecta datos espeluznantemente precisos sobre “personas con
poderes”. La referida información se organiza en fichas personales para cada
uno de esos tipos poderosos. Según se cuenta en sitios y foros de la “Deep
Web”, esta página sirve a una élite, para perseguir, encarcelar, y hasta
ejecutar a esa gente.
No lo voy a
negar: un poco de miedo me ha dado. Por suerte, no aparezco en ninguna lista o
ficha.
Pero qué se
yo, todo es muy confuso. Quisiera investigar con mayor profundidad, para ver
qué hay de cierto en todo eso que anda dando vueltas.
Otra
cosa que me intriga; una duda me da pavor. Si existen más como yo ¿cuántos de
esos fenómenos habrán elegido el bando contrario al que he elegido yo?
Bien amigos, hasta aquí llegamos. En la próxima, sabremos en que anda el uruguayo Sebastián y que tal le ha ido con sus poderes. Los espero por aquí, como siempre... Gracias por leerme.
* Capítulo Anterior: Cap. V - “Niko” Yamashiro "El Hijo del Sol"
* Capítulo Siguiente: Cap. VII - Sebastián Ruiz - “El detective”
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